Crux. Los arquitectos que eligieron vivir en el pueblo y trabajar para el ámbito rural

Raquel y Alejandro estaban en Chile, a muchos miles de kilómetros de sus raíces, cuando decidieron que era hora de volver. Antes habían pasado por Brno, en Chequia, y por Delft, en Holanda, y reconocen que esas experiencias les enriquecieron mucho. Pero a la hora de establecerse y formar una familia eligieron el ámbito rural. Hoy viven y trabajan entre Requena y una de sus aldeas, Los Pedrones. Y se sienten unos privilegiados.

 

Estrenaron este alojamiento rural, Villa Serrano, durante la primavera de 2021 y fue un éxito casi inmediato. “Después de la época tan dura de confinamiento y restricciones, venir a una casa en un pueblo pequeño era para muchas personas un modo perfecto de recuperar el placer de los viajes en un entorno familiar y de bajo riesgo. Y esto nos ayudó a iniciar el recorrido”, comenta la pareja formada por Raquel Sola y Alejandro García Pedrón. El inicio fue bueno e inmediatamente después comenzaron a funcionar las excelentes calificaciones de los usuarios en los portales de contratación. Luego, una pareja de microinfluencers compartió su experiencia y sus fotos en Instagram. Desde entonces no han parado. Y es que la casa enamora a cualquiera que la ve porque es al mismo tiempo rústica, elegante y confortable. Tiene cuatro habitaciones dobles, un salón con cocina y un patio en el que disfrutar con su barbacoa y con un ofuro o jacuzzi de madera para disfrutar de un baño caliente con vistas al paisaje local.  Al verla, aunque solo sea en fotos, es fácil entender que, desde el otoño, cada fin de semana la casa esté reservada. Puedes visitarla o alquilarla desde aquí.

 

Un impulso compartido con todo el pueblo

Raquel y Alejandro compraron hace unos años esta casita a los herederos de un médico de Valencia que la hizo construir en los años 20 del pasado siglo XX. En aquella época se consideraba que este espacio natural, entre la viña y el monte, era un aliado perfecto para el descanso y la salud. La joven pareja, que mantiene la misma idea, utilizó el lugar algún tiempo. Hasta que decidió hacer una rehabilitación en profundidad y convertirla, con ayuda de los Fondos Leader que gestiona RURABLE, en este encantador alojamiento con el que saben que están potenciando la vida del pueblo.

La casa rural es su proyecto, pero sienten que este espacio tiene el deber de ser también un impulso para toda la comunidad de Los Pedrones. Por eso han invitado a diferentes familias que viven en esta pequeña pedanía de 160 habitantes a posar y mostrar sus productos en esta casa. Y por eso, cada grupo de viajeros que alquila este alojamiento encuentra una guía con recorridos próximos y con los datos más importantes de los productores locales de vino, de quesos, de pan o de embutidos tradicionales. Los visitantes lo agradecen mucho, la comunidad estrecha sus lazos y las familias se impulsan unas a otras. Raquel y Alejandro sienten que es el modo de construir una comunidad, de incrementar su capital social y devolver a este pequeño pueblo todo lo que de él están recibiendo.

La decisión de regresar

Estos jóvenes salieron de la Escuela de Arquitectura de Valencia con las mejores calificaciones los años 2013 y 2014 respectivamente. Pero sabían que no se podían quedar con eso. Por eso salieron a ampliar sus estudios y sus horizontes. Primero Europa y luego Latinoamérica. Era imprescindible para mejorar desde el punto de vista profesional, pero también para saber que lo que querían era vivir y trabajar en este pequeño lugar del mapa.

Regresaron y apostaron. Fue una decisión valiente que para muchos colegas de su promoción resultaba difícil de entender, porque si la profesión vive muchas incertidumbres en general, intentar promover una arquitectura de calidad en entornos naturalmente conservadores como es este a muchos les parecía una tarea impensable.

 

Arquitectura rural, honesta y con una especial visión del tiempo

Pero para entender a la pareja que formó el estudio Crux, es necesario escucharlos hablar de arquitectura, de tradición y modernidad, de honestidad y del paso del tiempo. Porque lo que a ellos les importa es poder combinar todos estos elementos. Hace años que tenían este ideario y un estilo propio e, instalados aquí, comenzaron a realizar pequeños proyectos (puedes ver algunos de ellos en su web) con la dificultad de ser un estudio de profesionales muy jóvenes. Hasta que les llegó el encargo de restaurar la bodega Dussart-Pedrón, en el mismo pequeño pueblo que vio nacer a Alejandro. Era un espacio para la elaboración de vino que, tras muchos años de abandono, volvía a renacer de la mano de otra familia que, como ellos, decidía establecerse profesionalmente en este lugar. Atendieron el encargo con mimo, combinando los materiales existentes con las propuestas contemporáneas y, como ellos dicen, “tratando el paso del tiempo como un material más de construcción, sin esconder las cicatrices que deja”. Cuando el Colegio de Arquitectos de la Comunidad Valenciana premió su hermosísima intervención (puedes ver el proyecto aquí) recibieron el espaldarazo definitivo.

Hoy, esta joven pareja y el pequeño Teo, de año y medio, ayudan a dar vida a Los Pedrones, lugar al que quieren trasladarse pronto. De momento quieren vivir en Requena hasta que su hijo pueda comenzar la educación primaria (en la aldea no hay escuela infantil), pero mientras el momento llega, atienden cada vez más proyectos de arquitectura en los alrededores de Valencia, en entornos rurales. Realizando muchas reuniones por videoconferencia, haciendo viajes de pocos kilómetros para controlar las obras. Y disfrutando de la inmediatez que les otorga este lugar en el que se sienten profundamente privilegiados y que les permite presentarse orgullosamente rurales.

Creare: una asesoría para tener trámites rápidos y decisiones empresariales atinadas

Después de atender a sus campos o a sus pequeños negocios, muchas familias del territorio saben que les espera una desagradable tarea extra: navegar entre papeles. O, lo que es peor, ocuparse de trámites telemáticos complejos. Para evitar esa angustia, Arancha Monteagudo y Vanessa Fernández han creado Creare Asesores en Utiel. Ellas se aseguran de que sus clientes tengan siempre al día sus impuestos, su contabilidad o las obligaciones con sus trabajadores. Y, algo mucho más importante: les ayudan a tomar las mejores decisiones de futuro.

También el mundo se ha hecho complicado en los pueblos grandes o pequeños. La agricultura y la ganadería cuentan ahora con maquinaria que facilita los trabajos más duros; pero a estos sectores les ha crecido una larga lista de asuntos administrativos tediosos y no siempre sencillos. Igual pasa con una tienda, un bar o una peluquería. Cualquiera que tenga un pequeño negocio, da igual dónde esté, sabe que el papeleo se multiplica. Y se necesita mucha energía, mucha voluntad y mucho consultar el BOE para tenerlo todo siempre correcto. Eso… o contratar a la cooperativa Creare Asesores y dejar los trámites en manos de Vanessa y Arancha.

Conocimiento, experiencia y herramientas informáticas

Estas dos mujeres conocen el oficio sobradamente porque trabajaron durante años en una gestoría de Requena. Hasta que decidieron que querían comenzar su propia aventura en Utiel. Es el pueblo donde viven y donde crían a sus hijos, donde conocen a tanta gente y donde quieren que su larga experiencia pueda ser útil a muchas personas. En primer lugar, a quienes tienen pequeñas empresas o explotaciones agrarias y a quienes ejercen como autónomos, porque son quienes se enfrentan de forma periódica a trámites con hacienda y seguridad social. Pero también están disponibles para ayudar a particulares a resolver trámites de forma puntual: la declaración de la renta, una herencia, seguros, tráfico… Ellas tienen el conocimiento, la experiencia y las herramientas informáticas.

Arancha Monteagudo es administrativa y terminó sus estudios hace años, pero desde entonces nunca ha parado de formarse. Vanessa Fernández estudió ciencias empresariales y un duro máster en Contabilidad, auditoria y control de gestion. Es algo más joven que su socia, pero también acumula muchas horas de atención profesional y mucho conocimiento agregado en un proceso constante de aprendizaje. Y es que la formación continuada es imprescindible para dar un buen servicio dentro de un sector que vive constantemente cambios normativos. A eso hay que añadir que, en los últimos años, también se han incorporado muchas novedades informáticas que hacen este tipo de trabajo más fiable y seguro. Aunque las máquinas no lo hacen todo y las dos socias saben que solo su sólida experiencia les permite orientarse en la administración con facilidad y resolver rápidamente las necesidades de otras personas.

Asesorar para tomar mejores decisiones empresariales

Pero ellas no se ocupan solo de resolver los trimestrales de hacienda. Lo hacen, claro, pero ellas se sienten, sobre todo, asesoras. Especialmente en temas fiscales y laborales. Conocer la legislación y la casuística, saber qué se está haciendo en la pequeña empresa, qué oportunidades o qué incentivos ofrece la administración en cada caso y en cada momento, les permite contar con una perspectiva que se traduce en buenos consejos a sus clientes. Y eso resulta especialmente valioso en el entorno en el que se han instalado, donde abundan las empresas de pequeño que necesitan externalizar este tipo de servicios especializados.

Creare Asesores abrió sus puertas el pasado otoño en un emplazamiento muy céntrico de Utiel, elegido precisamente para facilitar el acceso a toda la población. Vanessa y Arancha han preparado unas oficinas cómodas para atender a su público y cómodas para trabajar, para las que han contado con una aportación LEADER gestionada a través de RURABLE. También han preparado sus equipos con los programas informáticos más avanzados para poder hacer su trabajo más eficiente, sus precios más competitivos y su día a día más llevadero. Y ambas se han preparado mentalmente para un gran esfuerzo. Las dos están dispuestas a pasar muchas horas atendiendo este nuevo negocio. Pero también tienen claro que quieren dotarse de toda la flexibilidad necesaria para hacer compatible su vida profesional y personal. Porque cada una tiene dos hijos y las dos quieren verlos crecer. Darles ejemplo de lo que significa ser mujeres trabajadoras y esforzadas, pero también quieren estar a su lado en los momentos importantes. Y, después de todo, piensan que para eso son dos socias y podrán repartirse los esfuerzos sin dejar de atender personalmente y con mimo a toda su clientela.